En la actualidad una de las formas más importantes de colaborar con nuestro entorno y con la humanidad es enlazando.
Se trata de integrar, unir, incorporar y complementar, encontrando puntos en común y aportaciones entre unos y otros.
Llevamos mucho tiempo, como individuos y como sociedad, separando, juzgando, rechazando y dividiendo. Pero ahora es el momento del "tú eres otro yo", y para eso tenemos que atrevernos a decir "tú eres como yo", uniendo culturas, personas y religiones.
Todos tenemos un origen común y vamos hacia un mismo destino. Por eso no importan razas ni colores, pero tampoco gustos, aficiones o formas de pensar. El corazón de una persona es muy similar al nuestro. Su luz es un reflejo de nuestra luz.
Es el momento de integrar, de decir "SÍ", aceptando personas y situaciones.
Esto
no es una competición. No tiene por qué quedarse nadie en el camino. No
importa ser el primero o el último. Todos somos seres humanos, y es la
humanidad la que está realizando un salto evolutivo, junto con la
Tierra.
No es necesario que nadie se quede atrás.
No es necesario que nadie se quede atrás.
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