Un
patrón fugaz " El Yod " (también conocido como "dedo de Dios") nos trae
cierta tensión este Viernes por la mañana: la Luna está en cuadratura
con Marte, y ambos están en sesquicuadratura con Venus. Esta
configuración puede provocar reacciones exageradas y magnificar los
intentos de forzar las situaciones. Una necesidad de espacio (la Luna en
Acuario), la necesidad de controlar (Marte en Escorpio), y un deseo de
sentirse seguro (Venus
en Cáncer) chocan unos contra otros. Las relaciones requieren un manejo
cuidadoso. La objetividad sin frialdad, la afirmación sin agresión, y el
amor sin la dependencia nos pueden ayudar a navegar este tenso patrón.
El
sextil de la Luna con Urano nos beneficia en la empresa de romper
viejos hábitos. El estado de ánimo se ablanda cuando la Luna entra en el
empático Piscis, que nos anima a perdonar y olvidar.

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