martes, 19 de septiembre de 2017

Para tener en cuenta



La leche es causante de una de las alergias alimentarias más frecuentes. Más del 70 % de la población mundial es incapaz de digerir el azúcar de la leche: la lactosa. Esto hizo que los nutricionistas pensaran que esta es la condición normal de los adultos, y no una deficiencia. Quizá la naturaleza está intentando decirnos que estamos comiendo un alimento equivocado, nos cuenta Jane en su artículo. Y concluye afirmando que la relación entre los productos lácteos y el cáncer de mama es similar a la relación entre el cigarrillo y el cáncer de pulmón. Por eso insiste en la importancia de abandonar los productos lácteos para la curación del cáncer de mama.
Su convicción de que los productos lácteos pueden causar cáncer proviene de su conocimiento sobre el complejo químico de la leche. Toda la leche humana, así como la de cualquier otro mamífero, es un medio de transporte de cientos de componentes. Es una poderosa solución bioquímica específica
para satisfacer las necesidades del joven mamífero ¡de la misma especie! Jane dice: “No es que la leche de vaca sea un alimento malo. Es un gran alimento, para terneros”.
Tanto la leche humana como la de vaca contienen productos químicos que juegan un papel importante en el desarrollo del bebé. Uno de ellos, el IGF-1 (factor de crecimiento insulino símil), estimula a las células a que se dividan y se reproduzcan. El IGF- 1 es biológicamente activo en humanos sobre todo en la pubertad cuando el crecimiento es rápido. En chicas jóvenes estimula el tejido mamario para que crezca y durante el embarazo sus niveles aumentan aún más, en conjunto con los estrógenos y la prolactina, preparando las mamas para amamantar al recién nacido. Pequeñas concentraciones de estas hormonas ejercen un efecto poderoso sobre el cuerpo. Todas estas hormonas están presentes en la leche de vaca. La composición del IGF-1 es prácticamente la misma en la leche humana que en la de vaca, tanto es así que son capaces de activar nuestros receptores. El tema es que los niveles son, naturalmente, más altos en la leche de vaca, como también en la carne vacuna. Y altos niveles de IGF-1 en humanos son considerados un factor de riesgo para el cáncer de mama y de próstata. Hay estudios en mujeres pre-menopáusicas que revelan que aquellas que tienen los niveles más altos de IGF-1 en sangre, corren casi tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer de mama, comparado con aquellas mujeres con niveles bajos. Entre mujeres por debajo de los 50 años con niveles altos, el riesgo se multiplica por
dos. Otros estudios demuestran que altos niveles de IGF-1 en sangre en los hombres son un indicador importante de cáncer de próstata.
¡Lácteos son lácteos: leche y todos los quesos que te encantan, crema, yogures, postresitos y manteca. Y descremado o no da igual!Aclaro que esta es información de muchos libros (Michael Greger, Gene Stone, Dr Campbell, Hippocrates Health Institute, Gabriel Cousens, y muchísimos más) de nutrición y que me avalan mis nutricionistas. Claro, nutricionistas naturistas pero nutricionistas que fueron a la universidad y luego siguieron estudiando para especializarse.
Continuará...
Publicado por Marina Borenztein

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