sábado, 21 de enero de 2017




  La avena arrollada tostada, galletitas dulces a base de avena arrollada, avena arrollada ligeramente tostada con leches o con yogur, rebozador de milanesas hecho con avena arrollada molida, barritas de avena arrollada, avena remojada y licuada en forma de leche… Sí, todas estas formas de usar o preparar la avena NO las recomiendo, no las uso y el hábito de consumir la avena así trate a corto o largo plazo diferentes problemas de salud.

¿Por qué?

Porque nos comemos 2 grandes problemas: antinutrientes y almidones crudos o mal cocidos.
Aquel que no sepa qué son y qué puede producir el consumo habitual de antinutrientes, le sugiero leer este artículo o estar atento a cuando vuelva a repetir esta charla, donde profundizamos en el tema.
La avena arrollada, antes de consumirse, debe remojarse en agua (idealmente con algún medio ácido como vinagre, suero, kombucha, kéfir de agua o jugo de limón) no menos de 10 – 12 hs. y luego cocinarse (hervirse bien).
Siempre a lo largo de la historia de la humanidad se comió así. Busquemos en la tradición escocesa, irlandesa o de otros pueblos europeos que han comido avena a lo largo de su historia y siempre, siempre, se remojó por muchas horas o días antes de consumirse, y luego se hirvió.
No hay registro de consumir avena sin remojar, tostada o licuada cruda (a excepción de estos últimos 100 años de desatinos alimenticios continuados).
El consumo de avena arrollada cruda o tostada en forma habitual, trae tarde o temprano diferentes inflamaciones y afecciones digestivas, gases, alergias, colon irritable y la lista de síntomas sigue. Esto se debe a la ingesta de inhibidores enzimáticos, ácido fítico y lectinas que no han sido transformadas adecuadamente.
hábito también puede acarrear deficiencias minerales como el hierro, zinc, calcio, magnesio y fósforo. Esto podría deberse al ácido fítico, abundante en la avena arrollada cruda o tostada, que se pega a estos minerales impidiendo que nuestro sistema digestivo los absorba.
La frutilla del postre la ponemos cuando insistimos en comer avena cruda, haciendo un comparación sin sentido como la de este artículo. No tengo nada en particular en contra de quien lo haya escrito, solo lo tomo como un modelo o un ejemplo que encontré en internet, porque una y otra vez se está repitiendo esto de comer la avena cruda, porque en teoría sería mejor…

¿Por qué sin sentido?

Porque no se puede comparar un alimento en un estado en el cual es totalmente indigesto (avena cruda) con uno en estado comestible (avena cocida). Esa comparación de “laboratorio”, a partir de valores teóricos no tiene sentido.
Es como decir que el garbanzo crudo tiene más hierro que cocido. ¿quién va a comer por eso garbanzos crudos?
El gran problema es que al grano de avena se lo arrolla, se lo aplasta (para que supuestamente sea más fácil de usar),  y en este proceso se le hace una mala pre-cocción.
Pre-cocción que no transforma antinutrientes y que no cocina bien los almidones.

 avena arrollada, a través de un buen remojo y un buen hervido puede perder alguna enzima o vitamina, pero gana mucho en otro sentido.
Primero, recién a partir de eso se convierte en un alimento que podemos digerir bien y tomar provecho de sus nutrientes.
Segundo, los antinutientes se transforman y no nos generan los problemas digestivos y alérgicos que generan al estar intactos (avena arrollada cruda o tostada).
Tercero, los almidones se cocinan bien.

¿La próxima novedad será que vamos a comer granos de arroz crudos?

Pregunto porque si comemos avena cruda…¿por qué todavía no comemos arroz crudo? Porque es muy duro…bueno, ya vendrá quien lo arrolle o muela y sugiera consumirlo crudo.
El almidón (que en los cereales como la avena abarca no menos del 50% de su composición) es una partícula que debe transformarse para poder ser asimilada, digerida. La transformación sucede cuando remojo y hiervo el cereal o sino cuando lo remojo, germino y fermento (en el caso de la avena arrollada, este paso no sería posible, porquearrollado ya no puede germinar

Así es que si queremos hacer desayunos, granolas, galletitas o lo que fuera con avena arrollada y pretendemos tener buenos resultados nutricionales y digestivos del alimento elaborado, tenemos que pasar primero por un buen remojo y luego una buena cocción (hervido).
Y si queremos tomar leche de avena debemos tomarla a partir de una avena remojada, cocida y tamizada (al estilo de las leches de cereales que propone la macrobiótica). No avena cruda licuada. Para tomar leche vegetal cruda, hay que volcarse a las semillas oleaginosas o frutos secos, que prácticamente no tienen almidón.
Alex von Foerster

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