jueves, 1 de septiembre de 2016

septiembbre bienvenido!

El mes de septiembre empieza con el guerrero 9, de la onda de la estrella. En ese día se forma y puede ser visto un eclipse anular de sol, que es una conjunción entre el sol y la luna, es decir, la emoción y la luz.
En este año maya, que fundamentalmente se ve propiciada la emisión de luz, aparece este eclipse, que es un momento amoroso como todas las conjunciones y encuentros, para las personas que conectan con su mundo espiritual.
En este mes termina la onda de la estrella, se desarrolla la onda del dragón y casi toda la onda del mago.
La onda del dragón es la invitación a todas las personas a la solidaridad y al encuentro de su luz y su misión, lo cual va a producir la vivencia del mago, que es un mago amoroso.
Estamos adentrándonos en el tiempo amoroso del mago. El mago pertenece a la familia que abre el tiempo, y el tiempo son las vivencias experienciales, lo cual sucede en el interior, porque el oculto del mago es la mano y su onda asociada, el águila.
El 16 hay un eclipse de luna, en luna llena, asociado al mono 11, como la alegría y recuperación de la luz desde la solidaridad. Es un momento para honrar y reconocer a Don José, José Arguelles, que nació en un día mono 11.
También en este mes sucede el equinoccio, el día 22 de septiembre, en tierra 4 de la onda del mago, mostrando cómo ser mago a través de ser voluntario.
El mes termina con la serpiente 12, elevándose la kundalini del mago al colaborar con todo lo existente.

1 de septiembre. GUERRERO Solar 9. Estrella 13 y Sol 11 en el Tzolkin evolutivo.
Actuar como un guerrero de la luz proporciona fuerza para conseguir la iluminación individual (sol 13), pero también para acceder a la sociedad transcendente o sociedad de la estrella (onda estrella).
Inicialmente se trata de cuestionar todo lo que sucede: lo que sentimos, la realidad que creemos ver, lo que vivimos, quiénes son nuestros enemigos... Pero después, la obtención de respuestas, o incluso simplemente la misma búsqueda, amplía la conciencia.
Ya no somos aquel niñ@ que jugaba, reía y se peleaba con sus compañeros, o el/la adolescente que se rebelaba contra sus padres y la sociedad.
La madurez y expansión del ser humano (color amarillo) propicia el salto evolutivo. Hoy podemos reconocernos como integrantes de una sociedad en evolución, donde cada persona, que es respetada por el resto, es un ser de luz con una misión a desarrollar, sea o no consciente de ella.
Es un momento para brillar e iluminar. El guerrero de la luz ya no necesita pelear.
Gracias por desempeñar un papel en este proceso común en el que nos encontramos.
Gracias por brillar con luz propia, compartiendo la luminosidad.

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