sabado

. Semilla y espejo
Aparecen juntos la semilla, como kin del día, y el espejo, como nawal del día.
De alguna forma están diciendo que “ser tú” según tu programa interior, sin influencias externas, te sitúa directamente en el in lak’ech, es decir en la ley del amor del espejo.

Todo lo que te saca de esa realidad son influencias externas. Son valores y actitudes que no pertenecen a lo real y te sitúan en lo que distorsiona al espejo, como es la envidia, el miedo, el odio, el juicio, sentirte víctima, la adicción a sentirte víctima y todas esas cosas. Todo eso distorsiona al espejo y te impide ser tú.
Por eso es necesario un trabajo personal donde resitúas las cosas respondiendo a la pregunta de dónde estoy y te permite hacer las paces contigo mismo, cuando reconoces quién eres y por tanto quiénes son todos los demás que te acompañan en esa encarnación.
Entonces, el ser tú limpia el espejo, pero también limpiar el espejo te permite ser tú, reconociéndote.

Eso es parte de lo que se mueve en este día, desde la onda del águila, que te sitúa en el quinto castillo y quinta dimensión, y desde la onda del guerrero, que te sitúa en la frontera entre las dimensiones, dispuesto a entrar en la quinta dimensión. Sin duda es un momento maravilloso cuando reconoces a todos l@s demás guerrer@s que te acompañan y dimensionan.

La experiencia del castillo verde (quinto castillo) es una experiencia grupal, pero necesita previamente la experiencia individual del cuarto castillo, donde la conciencia se expande hasta que aparece el guerrero -momento maravilloso, gracias, bendición-.

Hoy encontramos la semilla 10, que significa tu programa en nivel perfecto, asociado al espejo 3, donde muestra que limpiar el espejo es un servicio a las demás personas. Limpiar tu espejo es la mejor forma en que puedes ser útil a tu comunidad. Limpiar el espejo permite brillar a la luz; permite ver.
Pero solamente puedes ver con la perfección desde la semilla 10, cuando has recuperado la conciencia de ti mismo y has limpiado todos tus hechizos, porque son tus hechizos los que te impiden ver y distorsionan, castigando y empequeñeciendo al águila, sin dejarle volar.