La palabra solsticio quiere decir “el sol se para”. Los solsticios son una pausa, una oportunidad para reflexionar, evaluar y ver donde queremos ir. Son un momento para expresar nuestros deseos e intenciones, asimilar nuestros aprendizajes, y sentir nuestra conexión con el ciclo de la tierra y el sol.
El Solsticio de
Invierno, la noche más larga del año, nos recuerda que de la oscuridad
nace lo nuevo, y que un periodo de descanso y renovación es esencial en
el ciclo de la vida. El Solsticio de Verano, el día más largo del año,
ilumina todo nuestro potencial y singularidad, y nuestra capacidad de
amar y conectar en comunidad
Tanto los solsticios como los equinoccios son una oportunidad potente para unir nuestros ciclos interiores con los ciclos exteriores. Son un buen momento para hacer una pausa y escuchar lo que está por llegar.
DE LA LUNA LLENA AL SOLSTICIO
Salimos de la luna llena y nos preparamos para ingresar en el Solsticio de Invierno, la noche más larga de todo el año. A partir de entonces, los días ya comenzarán a alargarse y el dios sol renacerá, tal como lo plantean desde hace siglos los incas en la celebración de Inti Raymi.
Es momento de limpieza de viejos patrones, tiempo de renacimiento pero también de contacto profundo con nuestras sombras, porque sólo podrá salir victorioso aquél que como el Ave Fénix se deje consumir por las llamas para luego renacer. Recuerden que en la mitología, este pájaro inmenso se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. No se olviden de buscar refugio, contención y apoyo en sus guías espirituales, en sus animales de poder, amigos y sanadores interiores para atravesar esta etapa de la mejor manera posible:
Tanto los solsticios como los equinoccios son una oportunidad potente para unir nuestros ciclos interiores con los ciclos exteriores. Son un buen momento para hacer una pausa y escuchar lo que está por llegar.
DE LA LUNA LLENA AL SOLSTICIO
Salimos de la luna llena y nos preparamos para ingresar en el Solsticio de Invierno, la noche más larga de todo el año. A partir de entonces, los días ya comenzarán a alargarse y el dios sol renacerá, tal como lo plantean desde hace siglos los incas en la celebración de Inti Raymi.
Es momento de limpieza de viejos patrones, tiempo de renacimiento pero también de contacto profundo con nuestras sombras, porque sólo podrá salir victorioso aquél que como el Ave Fénix se deje consumir por las llamas para luego renacer. Recuerden que en la mitología, este pájaro inmenso se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. No se olviden de buscar refugio, contención y apoyo en sus guías espirituales, en sus animales de poder, amigos y sanadores interiores para atravesar esta etapa de la mejor manera posible:

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